jueves, 22 de diciembre de 2011

firefox

1982, 124 minutos, director: clint eastwood, reparto: clint eastwood, freddie jones, ronald lacey.
argumento:
Los soviéticos han desarrollado un prototipo de avión de combate muy sofisticado. Cuando los sistemas de espionaje de la OTAN lo descubren, deciden enviar al piloto de elite Mitchell Gant (Clint Eastwood) para que lo robe de la base de alta seguridad en la que se encuentra y lo traiga a occidente. El ingenio, cuyo nombre en clave es "Firefox", está capacitado para alcanzar velocidades increíbles; ofrece una maniobrabilidad jamás soñada por los ingenieros de aviónica occidentales, y posee un sistema de armas tan futurista que basta el pensamiento del piloto para accionarlo. Gant acepta la misión, aunque sufre una rara enfermedad que le causa desorientación y dificulta sus movimientos
 sta peli resulta un experimento curioso dentro de la filmografía de Clint Eastwood. En buena medida, tenemos dos filmes por el precio de uno. La primera mitad (cerca de hora y media) se dedica a los esfuerzos del personaje de Eastwood por meterse al otro lado de la Cortina de Hierro, siempre perseguido por la implacable KGB (la misma que le iba a hacer la vida a cuadritos a "Condorman" ese mismo año), y toda esta sección tiene un aire soñoliento y trasnochado, ya que es una especie de ejercicio de estilo de hacer un thriller setentero "a la Eastwood". Después, cuando por fin se roban el jodido avión, la peli da un brusco giro y se transforma en un thriller de acción aeronáutica: después de todo, meterse a la cabina es sólo la mitad del trabajo, y la otra es llevárselo hasta los Yueséi. En este lado tenemos una peli un poco más moderna, como anunciando lo que serán cosas como "Top Gun" y "aguilas de acero" (que son mucho más desarrolladas en el género del "superaviones y superpilotos chupimodernos", pero que le deben mucho a esta precursora "Firefox"). Lo dicho, dos pelis por el precio de una. ¡Incluso hasta los villanos cambian: en la primera mitad es una tropa de ineptos de la KGB, y en la segunda es nada más y nada menos que el mismísimo Primer Ministro de la URSS, así de malvado es el malo más maloso! Aparte de esto, la peli es bastante tópica: los malos son malos malísimos, acojonan su buen poco por lo seriotes que son (pero son bastante torpes para darse cuenta de un par de cosas, y la escena en que se les muere un tipo por aquello de que, bueno, a veces hay que torturar un poco... es para partirse de risa), el prota es un tipo con una tranca del pasado (estrés postraumática) que va a tener que superar, los buenos que lo ayudan son todos la flor de idealistas porque es mejor morir libre que vivir esclavizado de la malvada URSS... En definitiva, todos los cartones para lo que podría haber sido otro filme mediocre y olvidable sobre la Guerra Fría. Pero dirige Clint. El tipo que sabe ser escueto y directo para narrar, sin irse en florituras, y que hace como nadie ese papel de tipo seco y estoico. "Firefox" no es la mejor peli de Clint Eastwood, y puede decirse que ha envejecido lo suyo (algunos FXs son buenos, otros son mejorables con la tecnología actual, aunque las maquetas del avión están de rechuparse), pero se salva de la quema por haber sido rodada y protagonizada por el talento único del muchachón a cargo. Si tienen una de esas distraídas tardes de domingo en la tarde, dénle una oportunidad. fueron grabadas con presupuestos varias veces más mastodónticos que "Firefox", y son sensiblemente peores (por no decir que son mugrosillas).
“Firefox” es una de las películas más extrañas en la filmografía de ese gran cineasta que es Clint Eastwood. En realidad consta de dos películas, la primera sería toda la trama de espionaje que ya adelanto que se encuentra entre las mejores que recuerdo y que hubiese firmado el mejor Le Carré.

La segunda arrancaría desde el momento del robo del avión, y sus posteriores hazañas bélicas. Este capítulo suspende sin ningún género de dudas. ¿Por qué se produce un giro cualitativo tan enorme? Lo desconozco, lo que sí es cierto es que es lamentablemente que todo el verismo y tensión que logra durante las idas y venidas en las calles y en el metro de Moscú, con un realismo sorprendente, se pierde por completo en una parte final más cercana a la acción chabacana y efectista de una película de Chuck Norris.

Los espías son juguetes en manos de los gobiernos, y hacen su trabajo hasta cuando interesan, llegado a un punto, y más en la Guerra Fría, tienen que parar. Un espía interviene hasta que se le descubre, una vez sucede esto no fuerza la máquina como hace Eastwood. No te pones a destruir aviones o helicópteros enemigos, porque eso sería un casus belli.

Si los hechos se hubieran producido tal y como los cuentan, los soviéticos hubieran mandado al infierno en menos de dos horas a un buque, varios aviones u otra unidad de las Fuerzas Americanas. Por eso se paran estas cosas cuando se descubren por parte de un oponente que puede hacerte igual de daño, no se continúa y se huye como si eso fuera el final de la misión. El conflicto entre superpotencias no es una película de aventuras.

Por eso me sorprende que se tomasen tan en serio la primera parte, donde Eastwood está asustado, muy alejado de un James Bond, y termine siendo poco menos que protagonista de un videojuego.

A la hora y veinte minutos puede darle al stop, se quedará con mejor sabor de boca.
El 6 de Septiembre de 1976 el Teniente Viktor Ivanovich Belenko, piloto de un MiG-25 Foxbat del 513 Regimiento de Caza del Comando de Defensa Aérea Soviética, emplazado en la base de Sakharovka en Siberia, desertó con su avión hasta el aeropuerto de Hakodate al norte de Japón. Para entonces fue la primera vez que occidente podía ver de cerca al caza del cual temieron durante mucho y consideraban el mejor interceptor en el mundo. El avión fue cuidadosamente desarmado y detalladamente inspeccionado por autoridades estadounidenses y niponas. Al Teniente Belenko se le dio asilo en los EEUU y tuvo que soportar 5 meses de preguntas e interrogatorios. El caza fue analizado por la División de Tecnología Extranjera de la USAF en Dayton, Ohio y los resultados obtenidos tras el exaustivo analisis al que fué sometido fueron realmente sorprendentes.

Este ejemplar fue fabricado en Febrero de 1976, por lo cual occidente contaba con un modelo actualizado para entonces. Este estaba construido a base de aleaciones de acero y se hizo poco uso del titanio, siendo este mayor en las áreas de más calor. El avión fue soldado a mano y las cabezas de los remaches no eran expuestos en las áreas de mayor arrastre aerodinámico. Con respecto a la cabina, se determinó que la visión delantera del piloto era muy deficiente. Todo esto, más los sistemas internos, daban al avión un peso total de 29181Kg (64200lbs), por lo que los diseñadores soviéticos se vieron obligados a eliminar un sistema de eyección del piloto.

Sobre la amenaza que suponía el Foxbat para el Blackbird, el Teniente Belenko calmó a los estadounidenses alegando que el MiG-25 no podían interceptar a los SR-71 por varias razones: Este vuela demasiado alto y demasiado rápido y el MIG-25 no puede alcanzarlo o interceptarlo. A los misiles les falta velocidad para alcanzar a los SR-71 y en caso de un misil guiado por calor, el sistema de guía no puede ajustarse a la alta velocidad de los
SR-71.

El 12 de Noviembre de 1976, 67 días después de la deserción del Teniente Viktor Belenko en su MiG-25 a Japón, éste fue devuelto a Rusia en partes desarmadas.

A pesar que sus victorias fueron pocas y realmente entró en combate en contadas ocasiones, representó una gran amenaza para occidente, especialmente para la fuerza de bombarderos de la USAF, los cuales vieron en éste al mejor interceptor creado para entonces. De igual forma fue el empuje definitivo para el desarrollo de los cazas de 3ra generación de la USAF y la US Navy, como lo fue el F-15 Eagle y el F-14 Tomcat, los cuales nacieron como respuesta al Foxbat.

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