martes, 3 de enero de 2012

el día de la ira

director: toni valeri. Italia, 1967, 117 minutos. spaguetti western. música: riz ortelani. reparto: lee van cleef, giulanno gemma, josé calvo, walter gilla.
sinopsis: Scott es un pobre vagabundo que malvive limpiando las calles del desértico y tranquilo pueblo de Clifton, un poblado en el que todos se ríen de él por ser el hijo bastardo de un prostituta. Pero todo cambia con la llegada del personaje de Travis (Lee Van Cleef), un veterano pistolero letal al que todos temen. Travis toma al chico como aprendiz, y le enseña a usar las armas, con lo cual ya puede defenderse. Por desgracia, todo el odio y la resignación que llevaba el chico dentro comienzan a salir.

El día de la ira” es, indudablemente, uno de los mejores spaghetti-western no firmados por Leone. Y no porque yo lo diga. Lo dice también Julio Alberto. Un tipo que conoce este género a fondo y que no dudó un solo instante en sugerirme la peli de Valerii cuando le rogué que -exceptuando los de Leone - me recomendara un SW como Dios manda.

Obviamente, Julio Alberto dio en el clavo. Y no sólo porque su recomendación me proporcionara cerca de dos horas de puro disfrute, sino porque además de reunir todas y cada una de las constantes del género (suciedad, violencia, amoralidad, sentencias lapidarias, banda sonora machacona…) “El día de la ira” (no confundir con el “Dies irae” dreyeriano) constituye un más que aseado SW que no flojea donde la mayoría: en el guión. Estamos hablando, pues, de un eurowestern (a Julio Alberto le encanta denominarlo “western mediterráneo”) cuyo entramado argumental no defrauda y cuyos personajes van mucho más allá de la caricatura pura y dura. Sobre todo, los protagonistas. Un veterano y despiadado pistolero (soberbio Van Cleef, por cierto) y un joven e inexperto don nadie (Giuliano Gemma, otro que se pateó a gusto el desierto de Tabernas) cuyas respectivas trayectorias culminarán -como no podía ser de otra manera- en un emocionante duelo al sol de los que hacen historia.

Y poco más. Tan sólo añadir que si os gustan los SW y no habéis visto ésta, ya estáis tardando. Y si no os gustan, vosotros os lo perdéis. Es lo que hay.
 Un film verdaderamente extraordinario y uno de los mejores "SW" producidos en toda Europa. Aupado sobre un guión excelente (la historia paterno-filial entre un joven despreciado e inadaptado y un frio pistolero que le tomará bajo su protección mientras domina el pueblo a base de plomo) Valerii planifica y narra con elegancia y claridad triunfando al remitirse más a los clásicos norteamericanos (especialmente la magnífica "Cazador de forajidos" de Anthony Mann aunque con diferente sentido dramático) que limitandose a explotar el filón Leone, pese a que su director fuera ayudante del genio, aunque no desprecia tampoco la estilización y el exceso propios del cine de género italiano (el caracter mítico en el personaje del "hitman" o en la pistola de Doc Holliday que atesora el muchacho). Sensacionales personajes protagonistas muy bien interpretados por el gran duo estelar, Gemma (saliendose aquí de su arquetipo sonriente y positivo, una especie de Burt Lancaster mediterraneo) como el maltratado protagonista convertido en un febril pistolero por el poder de las armas y su maestro Van Cleef (que controla la película con su impertubable y despiadado porte) sencillamente inolvidable (tanto como su "Coronel Mortimer" de "La muerte tenía un precio", que ya es decir). Una obra maestra sobre la violencia, el poder y el desencanto todo ello sin pizca de pretenciosidad.
 Sergio Leone es la NBA de los Spaghetti-Western. El resto de directores que abarcaron este subgénero juegan en otra liga. Los hubo muy malos, malos, regulares y aceptables, pero la diferencia entre Leone y los demás es probablemente parecida a la de Miguel Indurain con el resto en la crono de Luxemburgo.

Señalo esto porque veo algunos compañeros con comentarios muy efusivos ante esta película de Tonino Valerii. Y estoy de acuerdo que “El día de la ira” está por encima de la media de las películas que comento, pero sigue siendo un producto menor.

Yo la incluiría dentro de la media docena de films destacables del subgénero sin Leone de por medio. De memoria películas como “Cara a cara” o “Yo soy la revolución” son muy interesantes también.

¿Qué le hace a esta película estar un paso por encima de la media? Pues evidentemente tiene factores especiales, la presencia de Lee Van Cleef y unos secundarios fantásticos son uno de ellos, un guión más cuidado y menos grotesco –se nota que es una adaptación de una novela-, un mayor acercamiento al western clásico norteamericano y unos medios económicos superiores a los habituales.

Pero también cojea. Giuliano Gemma, será un guaperas, pero no termina de acercarse ni de lejos a dar réplica a Van Cleef. Es una lástima que la alemana Christa Linder, una de las mujeres más bellas de la época, tenga tan poco sitio en la película y sea un personaje totalmente desaprovechado. Y todo ese punto de desaliño, de no terminar de tomarse en serio la película, de aceptar que el Spaghetti-Western es algo trivial y que tendrá una repercusión limitada.
 Convencional aunque interesante y entretenido spaghetti western con un guión bastante completo en todos los aspectos, que da una lenta aunque inquietante vuelta de tuerca, y un reparto encabezado por el ilustre Lee Van Cleef con uno de los mejores papeles en la semidesconocida carrera de Giuliano Gemma.

Trata de centrarse en la dignidad, el espíritu de superación del ser humano, la transformación del individuo en pos de aquello que más se ambiciona y finalmente en la manera en que lo que más se llega a desear en la vida puede convertirse en aquello contra lo que precisamente hay que rebelarse para poder hallar el camino de la sensatez y la madurez final.
la pena es la siguiente: giulanno gemma, que pésimo actor. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario