jueves, 5 de enero de 2012

firmamento

Pueden tomarse fotografías del cielo por la noche con una cámara corriente montada en un trípode o con un telescopio sofisticado. El principal problema radica en que el sujeto nunca está quieto, a medida que la tierra gira sobre su eje, el campo de visión de una cámara o de un telescopio fijos barren el cielo. Las estrellas dejan un rastro luminoso cuya longitud es proporcional al tiempo de exposición. Si se utiliza una SLR, con un objetivo normal, aparecerán imágenes alargadas de las estrellas a cualquier exposición, por encima de los 20 seg. Para evitar estos rastros hay que hacer exposiciones más cortas y emplear una deriva ecuatorial que contrarrestre la rotación de la Tierra.

Se entiende por devira ecuatorial, un dispositivo que da la vuelta uniformemente alrededor de un eje que debe apuntar a los polos Norte o Sur, según el hemisferio en que se esté, en 23 horas 56 minutos. En el hemisferio Norte de la Estrella polar, es una guía adecuada y sólo se aparta 1º verdadero Norte.
En el ámbito de la ciencia, la fotografía ha desempeñado un papel tan importante cómo en la astronomía. Al colocar una placa fotográfica en el plano focal de un telescopio, los astrónomos pueden obtener imágenes exactas de la situación y brillo de los cuerpos celestes. Si comparamos fotografías de la misma zona del cielo, tomadas en diferentes momentos, se pueden detectar los movimientos de ciertos cuerpos celestes, cómo los cometas. Una importante cualidad de la placa fotográfica utilizada en astronomía, es su capacidad para captar, mediante exposiciones de larga duración, objetos astronómicos casi imperceptibles que no pueden ser observados visualmente.

Últimamente se ha mejorado la sensibilidad de la fotografía a través de técnicas que permiten una mayor precisión de la imagen. En un proceso conocido como efecto fotoeléctrico, la luz de las estrellas libera electrones en un fotocátodo situado en el plano focal del telescopio. Los electrones liberados, se dirigen hacia una placa fotográfica para formar la imagen.

Gracias a ciertas técnicas informáticas se consiguen imágenes más detalladas y exactas procedentes, en ocasiones, de fotografías del espacio exterior borrosas y alejadas. Los ordenadores digitalizan la información fotográfica y después la reproducen con una definición mayor
 as mejores fotografías de estrellas y nebulosas se lograrán en noches frías y claras, se debe prestar atención a la formación de rocío en el objetivo. Para fotografiar la luna y los planetas, mucho más cercanos, suele ser preferible un cielo neblinoso, porque la turbulencia atmosférica es generalmente menor. La altura del horizonte deberá ser lo mayor posible. Lo mejor es disparar desde un punto alto y alejado de las luces.

Para fotografiar constelaciones, planetas y cometas, sólo con una cámara y un trípode se puede fotografiar, el cielo visible desde una latitud determinada. Una montura ecuatorial y una exposición de unos 30 min, revelará multitud de estrellas invisibles al ojo. Mapas astrales que aparecen en publicaciones especializadas nos informarán sobre lo que se en cada mes.

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