miércoles, 4 de abril de 2012

regreso al planeta de los simios

dirección: ted Post. 1970. usa. 95 minutos. reparto: james franciscus, charlon heston, kim hunter, maurice hunter, victor bueono, linda harrison. ciencia ficción, la continuación del planeta de los simios.
argumento:
Una nueva nave procedente del espacio y del tiempo aterriza al mando del astronauta Brent, que acude en busca del desaparecido George Taylor. Vuelve a encontrarse con los simios que dominan el mundo, relegando a los humanos a la esclavitud. Sin embargo, con la ayuda de la doctora Zira seguirá las huellas de Taylor hasta la Zona Prohibida, en cuyas catacumbas, lo que son las ruinas del metro de Nueva York, encuentra a una raza humana mutante con poderes telepáticos.
  es lo más parecido a una saga moderna en la era pre Star Wars. La serie se inicia en 1968 y generaría cinco películas y dos series de TV. Fue un éxito totalmente inesperado: productores, guionistas y actores esperaban una tibia respuesta pero no el formidable blockbuster que terminó arrasando las taquillas. Era lógico que los productores pidieran a gritos la secuela.
En general la memoria le falla a la gente; y la verdad es que El Planeta de los Simios es un producto menos formidable de lo que realmente a uno le parece. Hay muchas cosas que funcionan, hay escenas memorables (como el clásico final de la Estatua de la Libertad), pero también hay enormes huecos de lógica, cuando no argumentos que se contraponen. Funcionaba muy bien como alegoría, lo cual permitía disculpar los errores de continuidad, amén de la frescura de su argumento.
Regreso al Planeta de los Simios es la primera de las secuelas; es un filme muy bueno en sus propios términos, aunque no es comparable a la primera entrega. Si El Planeta de los Simios era una alegoría, aquí es directamente un filme de aventuras que no se preocupa demasiado en profundizar aspectos de la primera película. Un aspecto muy particular de esta cinta (y de las siguientes) es que los guionistas terminan por desarrollar toda una epopeya basada en las premisas de la novela de Pierre Boulle. A diferencia de otras sagas (La Guerra de las Galaxias, El Señor de los Anillos, Matrix) no hay una continuidad directa de personajes e historias. Los protagonistas así como los escenarios cambian de una secuela a la otra, y existe una progresión narrativa que termina (en los cinco filmes) por cerrar el círculo de la historia y explicar los orígenes de este universo regido por los simios. Mientras que una saga habitualmente traslada toda su troupe de personajes (principales y secundarios) en cada entrega, y engancha la trama de una con otra - combatir a un imperio del mal, el regreso de los héroes, la aparición de nuevos retos, el desarrollo en un escenario único -, El Planeta de los Simios y sus secuelas se ha preocupado por cambiar de planetas, de protagonistas e incluso de épocas.
Esto no tiene que ver con decisiones creativas arriesgadas, sino que simplemente nadie pensaba en secuelas en aquella época. el planeta de los simios  fue pensado como filme único. Al momento de que la Fox vió la taquilla, encargó la secuela (también pensada como única entrega). Y ya para el tercer filme empezó a pensarse en dejar finales abiertos y continuar enganchando la historia.
El productor Arthur P. Jacobs contactó originalmente a Boulle para escribir la secuela - llamada El Planeta de los Hombres -, que estaba pensada en términos épicos más tradicionales, con Taylor y Nova generando una raza de humanos parlantes inteligentes que terminaban por combatir a los simios. Entonces Jacobs terminó por acudir a Paul Dehn, quien terminaría por escribir ésta y todas las secuelas restantes.
 Dehn no es Rod Serling, y decide narrar en términos de una aventura más tradicional. La primera parte del film es un clon de El Planeta de los Simios, con un nuevo astronauta llegado al planeta, deambulando por ahí, descubriendo a los simios y escapando de sus garras. James Franciscus tampoco es Charlton Heston, pero en su defensa se puede decir que tampoco la calidad de sus líneas tienen el impacto del primer film. El descubrimiento de Brent de los simios parlantes es bastante rutinario, y prácticamente no hay shock por entender semejante universo bizarro. Tampoco hay demasiada coherencia en algunos aspectos - si la expedición de Taylor estaba pensada para navegar infinitamente, sin importar el tiempo, ¿por qué alguien mandaría una misión de rescate, si cuando desapareció ya habían pasado 2.000 años terrestres? -. En cambio, están algo mejor desarrollados los primeros razonamientos de Brent acerca de ese planeta extraño donde se respira y hay agua.
La travesía por el poblado simio es bastante fútil, y sólo sirve para mostrar al villano de turno - el General Ursus -, cuyas causas de expedición a la Zona Prohibida no resultan demasiado claras. En un momento habla de investigar la desaparición de expedicionarios, pero también menciona la necesidad de expandir la nación simia. Esta escena es quizás el único momento en que el film se atreve a rozar algunas fibras alegóricas de la primera entrega - los parlamentos y las acciones de Ursus son claramente nazis, con frases como "no hay mejor humano que el humano muerto"; la necesidad de la supremacía de la nación simia y de expandir su territorio -, mientras que en la partida de las tropas se ven a los militares desbandando a una manifestación de pacifistas (¿ecos de las manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam?). Pero todo esto es demasiado breve.
Hay otros errores de coherencia narrativa como la confianza puesta por el Dr. Zaius en Zira y Cornelius (interpretado en esta ocasión por David Watson, ya que Roddy Mc Dowall tenía compromisos laborales para la fecha del rodaje), algo que contradice los momentos finales del primer filme (donde iban a ser juzgados y encarcelados por su pensamiento progresista). Es ridículo que Zaius - un defensor a ultranza del status quo - decidiera poner el mando los valores morales y científicos a aquellos a quienes ha descalificado por ser revolucionarios.
Pero donde el filme termina por desarrollar su verdadera personalidad es en la segunda parte, en donde Brent descubre la civilización mutante subterránea que vive bajo los restos de Nueva York. Es una secuencia hecha con mucho detalle, con enormes sets que representan la roca fundida por el calor atómico, fusionada con autobuses y edificios. El hallazgo de los mutantes es realmente impactante, con acciones bien pensadas que demuestran su superioridad como raza - la comunicación telepática, el control de mentes que ordenan a los enemigos matarse entre ellos, la proyección de hologramas para asustar a los simios -. Increíblemente la secuencia del culto a la bomba no resulta ridícula sino seriamente siniestra: los mutantes han sido creados por la bomba y la adoran como un Dios; ella les dio vida y ella puede acabarlos. Lo que no es tan claro es cómo éstos, que son descendientes de generaciones de humanos afectados por la radiactividad y que han evolucionado, han podido reproducirse ya que deberían ser estériles. Tampoco es claro cómo no pueden dominar las mentes de los simios, y toda la secuencia final termina por ser un holocausto de proporciones bíblicas - al estilo de Masada, con el líder ordenando al pueblo que se suicide -, amén de que Taylor desencadena el armagedón que termina por arrasar al planeta.
Es un muy buen filme en sus propios términos. Quizás no memorable pero superior a la media. Dehn recibiría al poco tiempo la orden de escribir la tercera secuela, que trasladaría la acción a nuestro tiempo con Zira y Cornelius haciendo de astronautas en la Tierra en Escape del Planeta de los Simios. Pero esa ya es otra historia.

Después del éxito que supuso "El planeta de los simios", se decidió rodar una continuación con la que engrosar las arcas de la productora. Pese a la cercanía con la anterior productor, hubo importantes cambios: Ted Post sustituyó a Franklin J. Schaffner en la dirección, Leonard Rosenman a Jerry Goldsmith en la banda sonora y Milton Krasner al fallecido Leon Shamroy en fotografía. El guión de Paul Dehn (que se encargaría de las dos siguientes películas también) sufrió un largo ir y venir de versiones, debido primero a la negativa de Charlton Heston a intervenir en la película, luego a su entrada en el reparto (como favor personal al productor) y luego a su exigencia de cerrar cualquier posibilidad de que su personaje fuese retomado en un futuro.
Respecto a la cinta, el argumento comienza prácticamente donde se quedó en "El planeta de los simios". La estructura de ambos filmes es evidente (una nave perdida en el espacio se estrella en el planeta y acaba quedando sólo uno, etc.) y el tremendo parecido entre el nuevo protagonista, Brent (James Franciscus), y Taylor no hace sino reforzar dicha similitud. A mitad del metraje, la acción se traslada a la Zona Prohibida, con el descubrimiento de lo que allí se esconde, momento en que la acción toma un camino propio, con unos buenos escenarios (el metro de Nueva York o la urbe enterrada están bien conseguidos) y una perturbadora parábola antibelicista llevada al extremo pero sin llegar a caer en el ridículo.
En resumen, una continuación digna que inevitablemente es inferior a la primera, pero que será mucho mejor que las tres siguientes, cada vez con menos presupuesto y más orientadas a recaudar (sobre todo la última). Es cierto que tiene algunas faltas de coherencia respecto al argumento madre (spoiler), pero aún así puede verse esta entretenida aventura con agrado.
 La película es demasiado vertiginosa, si bien puede considerarse correcta como continuación, es inobjetable que no tiene la calidad de la primera, no obstante articula bastante bien la historia de la película original de Franklin J. Schaffner.
Esta continuación no se destaca más que como una simple y anecdótica correlación de sucesos que no tienen la suficiencia necesaria como para relatar una narración sólida ni filosófica como la de 1968. El argumento es apenas sustentable, sin caer en lo ridículo pero tampoco deslumbra. Digamos que creo que no valió la pena esta continuación porque las circunstancias que se plantean no son profundas, sino que mas bien es una mera aventura más que no aporta mucho más a la idea de la original.
Es una película entretenida, se puede decir que el ritmo es dinámico, logró llamarme la atención, pero queda dentro del grupo de películas menores que no serán recordadas por nada en especial. No tiene nada de llamativo o de especial ni siquiera para analizarla detenidamente, sólo cuenta con buenos rubros técnicos como son la fotografía, la ambientación, el vestuario y el maquillaje. Ello es lo que puedo destacar, por lo demás sigue con los parámetros mediocres de la mayoría de películas que abordan temáticas fantasiosas.
El aspecto de la música y la actuación son negativos según mi parecer, la pareja de protagónicos James Franciscus y Charlton Heston ( por lo poco que aparece) no demuestran nada de convicción en sus respectivos papeles y sobre-actúan. Ni hablar del papel de la otrora miss Berlín Linda Harrison, en una interpretación para el olvido.

Regreso al planeta de los simios es la secuela de la mítica película que protagonizó dos años antes Charlton Heston. Con una trama similar y la aparición de situaciones y seres paranormales, la historia da un giro bastante peculiar y, a mi entender, un tanto fuera de sitio. Pese a ello, sigue estando bastante bien.

Ted Post había dirigido solamente un largometraje antes de esta película. Anteriormente, su trabajo se había desarrollado en series (después dirigiría varios capítulos de Colombo, también). El director de Brooklyn realiza un trabajo bastante bueno, aunque tan similar en planos a El planeta de los simios que, por momentos, ambas películas parecen fundirse. El desarrollo es lo que hace notar que Post es director de series, ya que los cambios de una escena a otra no están hilados con demasiada lógica, con lo que el desarrollo se tambalea por momentos. Aun así, se puede ver con relativa fluidez. El guión ofrece un cambio total, intentando perpetuar el golpe que supuso la primera por sus inteligentes giros, aunque más que conseguirlo, podríamos decir que lo que hace es brindar una película protagonizada por los mismos personajes, ambientada en el mismo lugar, con un desarrollo en principio similar, pero con un propósito totalmente diferente.

James Franciscus es el protagonista en esta ocasión. El actor parece basarse totalmente en el trabajo de Charlton Heston en la primera, pues los personajes de Franciscus en la primea y Heston en la segunda comparten camino, a grandes rasgos. La bellísima Linda Harrison repite, sin destacar, en el papel de 'Nova'. Teniendo en cuenta que su papel no permite lenguaje oral, debería centrarse en expresarse de otras maneras, y la chica no lo consigue. Kim Hunter, de nuevo como 'Zira', vuelve a dar clases de movimiento corporal, siendo su interpretación una extensión de la que hace en la primera película. Charlton Heston, menos importante en pantalla que en la primera (pero igual o más en la trama) sigue muy correcto, protagonizando un clímax fantástico en el que su interpretación es uno de los puntos fuertes.

Resumiendo, que es gerundio: Regreso al planeta de los simios es una película aceptable. Aunque menos que la primera, entretiene y angustia. El problema de la película es que, sus mejores bazas, son las que utiliza de la primera película y, cuando innova, despista al espectador en lo que es un giro, cuanto menos, inesperado. Aunque yo diría absurdo..
 
El éxito de la primera entrega fué tan grande que la Fox se apresuró a dar luz verde a una segunda parte ya que las recaudaciones de la primera no debieron ser muy bien administradas, los motivos antes mencionados de que el país estaba en guerra con Vietnam y los fracasos cinematográficos de los musicales, obligaron a recortar los presupuestos para las futuras producciones cinematográficas y no renunciar a las franquicias más rentables.

De ahí que surguiera esta continuación y con la intención de superar a la primera su productor Jacobs volvió a reunir a todo su equipo que hizo posible el éxito, a excepción de Schaffner que estaba rodando en esos momentos "PATTON" (1970) y de Rod Serling cuyos borradores para la segunda entrega fueron rechazados por Jacobs.

Para compensarlo se recurrió a otro director Ted Post y al guionista Paul Dehn "EL ESPÍA QUE SURGIO DEL FRIO" (1965) y el resultado como bien se pudo apreciar posteriormente fué bien diferente, no superó a la película original pero le dio un final que debió de ser el final de toda la historia.
 Se me presenta una película que no tiene nada destacable desde el punto de vista técnico; el guión es esclavo de su tiempo. Detalles como la pelea el carruaje dejan ver el trasfondo cinematográfico recordándonos que el western se encontraba en auge.

Pero esa esclavitud de su momento histórico nos muestra unas pequeñas ráfagas de la situación que vive el mundo en ese momento(Peter Jackson en "Distrito 9" lo intenta pero solo consigue un pastel).
La película de 1971 se filma en un contexto internacional duro: la guerra fría y el fin de Vietnam 1958-75 (dos días como el quien dice) Detrás del regreso del humano a la tierra, se encuentra un mundo con dos sociedades muy distintas y que representan valores enfrentados; tan distintos que tienen pensado enzarzarse a hostias. Así “tan sutilmente” se plantea la tensión mundial.
Pero lo que me agradó de verdad fue la autocrítica que hacen y como se pone en tela de juicio la ambición norteamericana oponiéndose al imperialismo invasor; hoy es impensable que en Hollywood hagan lectura de sus errores sin que esté descafeinado (siempre tendrán algún inocente héroe) y solo se me vienen a la cabeza basuras del tipo “3 reyes” “Pearl Harbor” “Black Hawk” y demás de cine subvencionado por el gobierno yanqui.

Así que porque no marcarme un tostón de crítica histórica cuando he visto un tostón del calibre 12 como es el “planeta de los simios 2”. Ver esta mierda “sementera” me hace pensar que el cine de hoy no solo es entretenimiento barato cargado de explosiones y efectos especiales sino que también es un panfleto de justificación ideológica, vacío de cualquier contenido y para rematar repitiendo la misma estructura que gira en torno al pastel del guapito de turno y su parienta.
Por cierto, Vietnam la perdieron los yanquis, aunque el cine trate de confundirnos.
 
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, en eso estamos casi todos deacuerdo. Esta claro que como la primera, la original el planeta de los simios, no hay nada. Pero si os fijais todas las obras maestras tienen sus secuelas y remakes, así el planeta de los simios, tiene 5 secuelas y hasta 2 remakes. El exorcista, 4 partes y el inicio.... psicosis, star wars.... quizás los únicos remakes que se salven los de el padrino, la excepción que confirma la regla.
Esta continuación es más una película de aventuras que otra cosa. Aunque contiene ideas interesantes: cómo que los hijos de los hombres adoradores de la bomba atómica, tiene gracia que esta película este echa en Usa. El final también es muy interesante. En cuanto a los papeles, tenemos a james franciscus, cojiendo el protagonismo, del esporádico en este film james franciscus... en fin, la peli abunda en las ideas de la primera: que si están en new york, la jerarquía entre los monos, y sobre todo nos enteramos por fin a lo que temían tanto los monos. El otro lado del planeta, dónde se esconde una raza de hombres... nada buena por cierto. Muy entretenida y filosoficamente interesante.

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