sábado, 14 de julio de 2012

cuenta conmigo

1986. usa. 95 minutos. director: rob reiner. reparto: river phoenix, will weathon, corey feldman, jerry oconell, richard dreyfuss, kiefer sutherland, bradley gragg, bruce kirby.jhon kusack
sinopsis:
En un pequeño pueblo de Oregón, cuatro adolescentes viven la aventura de buscar a un muchacho desaparecido. Jugando a ser héroes, el inteligente Cornie, el rudo y sentimental Chris, el extravagante Teddy y el miedoso Vern se adentran en un ambiente hostil en el que deberán valerse por sí mismos.

 Basado en un cuento de Stephen King y protagonizado por el maravilloso River Phoenix, “Cuenta conmigo” es un bellísimo relato de iniciación, una historia sobre la perdida de la inocencia y el siempre tortuoso descubrimiento del mundo de los adultos, a través de los ojos de cuatro niños que van en busca de un cadáver. Dirigida por Rob Reiner y escrita por Raynold Gideon y Bruce A. Evans, mereció una nominación al premio de la Academia como mejor guión original y dos nominaciones a los Globo de Oro (Mejor Director y Mejor Película Dramática)

Es difícil no escribir sobre esta película sin dejarse llevar por la nostalgia. Han pasado más de 20 años desde su estreno, River Phoenix murió trágicamente en 1993 y Rob Reiner no ha podido igualar el éxito de este filme. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, las grandes verdades de la vida se aprenden en Internet o en la televisión y los amigos poco a poco van dejando su naturaleza terrenal por una virtual. No sé si es porqué esté envejeciendo, pero me es difícil no extrañar aquellas épocas en donde el mundo era más sencillo y menos prevenido, en donde la inocencia no era vista como un defecto y la ingenuidad era una condición sine qua non de la infancia. Y es por eso que me gusta tanto esta película, por saber documentar un tiempo que de una u otra forma yo alcancé a vivir y a disfrutar, porqué aún se permite la licencia de creer en algo tan escaso en estos días, la verdadera amistad, por saber ensalzar la palabra y sus posibilidades de sanar, consolar y apoyar.
Hace ya muchos años que vi esta película, casi no la recordaba pero ahora la he vuelto a ver y me ha parecido bonita, nostálgica y casi heroica. "Cuenta conmigo" narra la historia de cuatro amigos de doce años, Gordi (Will Wheaton)- quien narra el film cuando ya es adulto (Richard Dreyfuss)-, Chris, el líder del grupo (River Phoenix), el gordito Vern (Jerry O'Connell), y el loco Teddy (Corey Feldman).

Los cuatro amigos recorren muchos quilómetros a pie y harán noche a la intemperie, para encontrar a un niño muerto. Vivimos sus experiencias, sus dudas y temores y nos sentimos identificados con una infancia y unas amistades irrepetibles. Aquellas en las que sólo importaba jugar y pasarlo bien. Los amigos tendrán que lidiar con el perro ataca cojones, con sanguijuelas y con los peligros de andar cerca de la vía del tren, y con las historias de vomitonas de Gordi. Se enfadarán, se reirán y se reconciliarán, porque al fin y al cabo son niños que buscan ser adultos, pero ante todo sólo son niños asustados.

La magia que tiene esta película es que está rodada como si Rob Reiner fuera un niño, y hace cosas de niños. La película es en cierto modo muy moralista, pero sinceramente, es un dato que poco me importa en una película tan cargada de nostalgia puramente ochentera.

El reparto joven es maravilloso. Sólo Will Wheaton pasa hoy por hoy por ser un desconocido, aunque en "Cuenta Conmigo" hace un papel maravilloso. Además de los cuatro jóvenes actores protagonistas, también encontramos, aunque un poco más creciditos, a Kiefer Sutherland y a John Cusack. En definitiva, un reparto muy acertado y una historia enternecedora.
 Si algo tiene de entrañable esta película es que hace de "máquina del tiempo" y lo regresa a uno (si es hombre) a su pasado; pues casi todos siendo niños en el siglo XX, hemos pertenecido a un grupo más o menos así compuesto por varios amigos que nos alejabamos del hogar e ibamos por el monte o por donde fuera a explorar, buscando aventuras e impactos donde probarnos a nosotros mismo y para luego tener qué contar. Al menos yo, de niño en Ceuta, viví una infancia con amigos y salidas muy similares: por ejemplo, nos alejabamos de la ciudad de Ceuta, atravesando las lomas fronterizas que en aquellos años no tenían muros ni alambradas ni impedimentos de paso, y nos adentrabamos en Marruecos campo a través kilómetros y kilómetros en busca de sensaciones, descubrimientos y aventuras que nos impactaran; es decir, muy similar a lo que esta película cuenta de otros niños en otro lugar del mundo.

Es pues una hermosa película donde se rememora con mucha exactitud la forma de ser, de comportarse, de APOYARSE (el título puede traducirse como "Apóyame" o "apóyenme") de los niños normales, amigos muy unidos en la infancia que luego de adultos, aunque siempre se llevan en la memoria, siguen caminos muy diferente y rara vez se vuelven a ver.
 
Es una película excepcional en todos los sentidos. Se basa en un relato de Stephen King, un relato casi autobiográfico en el que él quiso transmitir la época en la que él conoció lo que verdaderamente era la amistad y el infinito tesoro y fuente de felicidad que esto es. Y partiendo de ese relato el director Rob Reiner construyó esta película profunda y sencilla a la vez, es drama y comedia, es alegría y tristeza... Es todo un tratado sobre la amistad.

Los jóvenes actores dan lo mejor de sí mismos en sus interpretaciones, y hay muchas escenas en las que consiguen dar a sus protagonistas una expresividad casi pasmosa. También destaca la banda sonora, donde podemos escuchar una de las adaptaciones instrumentales más hermosas del clásico “Stand by me”, adaptado por el gran Jack Niestche.

Es una película llena de momentos maravillosos. Por ejemplo, aquél en el que los protagonistas se sinceran, dejan por un momentos las diversiones de la infancia y se cuentan sus problemas, tienen su primera experiencia fuerte de amistad, ambos se confiesas que necesitan de la amistad del otro ya que eso les da una fuerza especial, una unión que hace superar todo lo que venga. Hay una frase muy hermosa que le dice a su amigo, que luego sería futuro escritor; “Y algún día, cuando te quedes si argumentos, sin material, podrás escribir sobre nosotros...” Son dos niños que a esa corta edad conocen con profundidad el valor de la amistad, ese misterioso sentimiento de unidad que es eterno, y ese sí dura para toda la vida.

Es una película en la que, en los distintos momentos y aventuras por las que van pasando los niños, se va notando como va creciendo en altura y en intensidad la amistad que los une, como por ejemplo hasta dedicarse al otro incluso en un peligro de muerte, como es por ejemplo la escena del tren, o como se van comprendiendo, perdonándose... Poco a poco, en la mejor etapa de sus vidas, van comprendiendo lo que es la Amistad. Es curioso como los mejores momentos de nuestra vida siempre están asociados a nuestros mejores amigos, porque es la Amistad la que da los mejores momentos de esta vida. No hay nada más maravilloso y verdadero que decirle a un Amigo... cuenta conmigo.
 
Esta película se rodó en los ochenta, cuando yo era demasiado pequeña para ir a verla al cine, pero no importa porque me pertenece. No era mi favorita, ni la más divertida ni la más recordada...pero es más mía que muchas de las demás y sospecho que estará ahí cuando las otras que en su momento me apasionaron se hayan marchado para siempre.

¿Porqué es mía? Quizás porque es un cuento del futuro pasado. O porque yo también tenía doce años para trece la primera vez que vi un cadáver. O porque a lo mejor es una alegoría de la vida, ese gran viaje único que emprendemos con el fin de verle las fauces a la muerte. Puede que sea porque llegas a un punto de inflexión en el que hay que darle la vuelta al tiempo para seguir avanzando. Qué sé yo.

Los niños son americanos y viven en la época de los cincuenta: pero podrían haber nacido en los ochenta, podrían llamarse...no sé, L., J., C., y M., y su viaje para ver qué pinta tiene un cadáver "de verdad" podría ser una peligrosa incursión para recolectar moras, o una espidermanesca escalada por los tejados del Club Naval o una batalla a pedradas contra los pérfidos hijos de los astilleros en los soportales de un barrio, en alguna ciudad de la costa sureña.

Y a pesar de algunos fallos, bajadas de ritmo y una realización algo blandita, siempre agradeceré a Reiner la capacidad de hacerme recordar ese "antaño" en que los viajes eran búsquedas y no huidas. Y a los compañeros de esos viajes. A los que fueron, a los que algún día serán.

Pero sobre todo, a los que son, al que eres, porque cuando llegue la noche, y la oscuridad caiga sobre la tierra, mientras estés a mi lado...cuenta conmigo.
 
Una excelente película que se centra en cuatro chicos que están creciendo, y al realizar una excursión, van descubriendo en su transcurso, el sentimiento de la amistad, es decir, el amor, la confianza, el respeto entre ellos.
Me parece muy acertado el tema musical principal que da título al film (de Ben E. King) tanto por su estilo acorde a la época como por su letra.
Aquellos espectadores que vivieron en alguna etapa de su vida una auténtica experiencia de amistad, van a emocionarse e identificarse con cada una de las aventuras de estos chicos.
En mi caso personal, el recuerdo de momentos de similar sentimiento con un grupo de amigos, es el regalo que me dejó este film.
 
He aquí una de las muchísimas historias de Stephen King que han sido adaptadas al cine, esta vez un cuento corto titulado The Body en el que se cuenta la aventura de cuatros chicos de doce años de una pequeña cuidad ficticia llamada Castle Rock, en Oregón, que en septiembre de 1959 deciden emprender un viaje en busca del cadáver de un niño desaparecido con la ilusión de convertirse en héroes y hacerse famosos.
Tomando esto como punto de partida se nos muestra una colección de situaciones y conversaciones que van teniendo lugar entre los cuatro amigos en las que se consigue captar, de forma entrañable y muy entretenida, la esencia de la infancia. Todos los sueños, problemas o preocupaciones que pueda tener un niño de doce años aparecen reflejados en alguno de los personajes del film, de tal modo que no queda otra que sentirte de alguna forma identificado con alguno de los cuatro amigos. Pero lo que mejor se refleja en la película es la amistad, la amistad siendo un niño, el tiempo pasado con los amigos, la diversión sin preocupaciones, los juegos, las travesuras y aventuras, las charlas sin sentido y las peleas sin motivo. Es imposible ver esta película sin sentir nostalgia en algún momento, sin pensar en la infancia y en cómo se va alejando cada vez más y sin desear, de alguna forma, poder volver a ella.
Una de las claves de la película es el reparto, elegido a la perfección. Todos los chavales que aparecen en la película han terminado por convertirse en caras conocidas de la industria. No deja de ser curioso ver a tipos como Sutherland, Cusack o Will Weathon en sus inicios, con 25 años menos. Los niños que encarnan a los cuatro o protagonistas están a un buen nivel, pero de entre todos ellos destacaría sin duda al difunto River Phoenix en el papel de Chris Chambers, al que interpreta con una sinceridad e intensidad increíble en un chaval de 15 años dando ya muestras de un gran talento que luego no podría desarrollar. Richard Dreyfuss pone la guinda al reparto como narrador de la historia.
Una banda sonora sesentera y a buen nivel completa el coctel, destacando la melodía mágica del tema de Ben E. King que da título al film.
Para el recuerdo quedan escenas como la del tren o el relato improvisado de Gordie, así como un gran comienzo y un gran final.

“Nunca he vuelto a tener amigos como los que tuve cuando tenía doce años. Dios mío, ¿los tiene alguien?”
 
Cuando se echa la vista atrás para recordar parte de la infancia. Cuando la memoria te devuelve a los ojos un buen montón de aventuras y desventuras que interpretaste junto a tus amigos. Cuando la burla era la manera corriente de dirigirte a tus compañeros y la valentía se volvía miedo en un abrir y cerrar de ojos. Cuando la amistad era capaz de doblegar cualquier temor. Cuando aquel verano se tiñe ahora de sombras tan reales que parece se puedan tocar con los dedos de la mano. Cuando todos aquellos momentos vienen aderezados con una banda sonora magistral que bullía en los transistores de los años 50 y 60.
Es entonces cuando puedes contar conmigo...
 
Excepcional adaptación de la novela corta El Cuerpo incluída en el volumen Las Cuatro Estaciones de Stephen King (del que saldrían otras notables pelis como Cadena Perpetua y Verano de Corrupción). Rob Reiner supo captar magnificamente la idea del genio de Maine (como lo haría cuatro años después con Misery) y ofrecernos una deliciosa muestra de cómo se puede (y se debe) narrar con sensibilidad algo tan complejo como la dinámica de una pandilla de cuatro amigos adolescentes, sin caer en estereotipos ni menospreciar a las personas.
La historia es pequeñita: Gordie (que también es el narrador, que nos cuenta lo que pasó desde su perspectiva de escritor adulto, tal vez sea el propio King), Chris, Teddy y Vern parten a la búsqueda del cadáver de un chico arrollado por el tren. Esto no es más que la excusa necesaria para, en el día y pico que pasan juntos, contarnos la relación que hay entre ellos, cómo sus vivencias individuales quedan solapadas por la entidad que adquiere el grupo cuando están los cuatro juntos, una microsociedad en la que cada uno tiene su propio rol.
Creo que el acierto es pleno, nos creemos a esos chicos a los que la vida les ha puesto delante de una situación extraordinaria, no son actores, son chavales que van a vivir una gran aventura. Pienso que los cuatro hacen un trabajo impresionante, y destacaría la química entre River Phoenix y Will Wheaton, como el duro del grupo, pero consciente de lo cuesta arriba que se pone a veces la existencia, a la vez que protector y sabio consejero del niño con talento, que debe hacer brillar su luz aunque su familia esté marcada por la reciente muerte del hermano mayor.
 . esa maravillosa época en la que ir al cine es pura diversión (y mucho más dentro de la imaginación que reinaba allá por los 80), donde ir de excursión al bosque es la aventura más épica que se haya vivido jamás, donde en ocasiones sientes que ni tu propia familia te entiende, cuando buscas tus verdaderas motivaciones y cuando tus amigos, tus 'verdaderos amigos' son una parte indispensable de tu vida y te marcan para siempre.


'Cuenta conmigo', con un guión y una dirección que no pecan de sensibleros como a priori cabría de esperar, es sin lugar a dudas una de las películas que consiguen retratar el universo adolescente con mayor credibilidad y cercanía acorde a los hechos que narra. ¿Quién no se ha sentido identificado con cualquiera de los protagonistas, con su búsqueda de motivaciones o con sus circunstancias personales y emocionales? Los tópicos en este caso quedan apartados, así como la previsbilidad en ciertos momentos de la historia para enmarcar dentro de un contexto de aventuras con toque de thriller un estupendo drama sobre la época que más nos marca a todos nosotros.

Y es que el film posee verdadero nervio (que se deja ver sobre todo en escenas tan desasosegantes como la del tren o el enfrentamiento con los pandilleros (oscuro reflejo a su vez de mucha de la escoria humana que se encuentra actualmente en nuestra sociedad)), emociona en muchos momentos sensibles de poderosa intensidad, concluye de manera algo amarga hacia el desafortunado e injusto destino que le espera a uno de los personajes (y que por desgracia también se le deparará a más de un inocente) y ante todo nos muestra una parte de lo que fuimos en la época más decisiva de nuestra vida.

* Yo, al igual que estos jóvenes vivo también la adolescencia. Soy feliz y busco la manera de serlo eternamente y de cambiar todo lo que no me gusta. ¿Quién no querría ser adolescente eternamente?
Imprescindible.

·LO MEJOR: su cálido, sensible y cercano retrato de la adolescencia y del paso a la madurez. La intensidad de algunos momentos. Las escenas de suspense. 
Maravillosa y entrañable película acerca de la amistad; clásico de los 80' de muy buena factura. Que decir que esta película es otra de aquellas que también han marcado mucho mi vida. Donde la amistad se retrata de una de las maneras mas puras que he visto, incondicional y para el crecimiento mutuo. De esas amistades únicas e irrepetibles, nuestros ángeles guardianes que caminan a nuestro lado, aquellos por los que somos privilegiados por tener el honor de existir al mismo tiempo y en el mismo lugar que ellos. Esos que al conocerlos nos hacen mejores personas. De esos amigos que aunque no tengamos la dicha de volverlos a ver, siempre recordamos en el fondo de nuestro ser, pues han marcado diferencia en nuestras vidas. No he tenido la oportunidad de leer la novela en la que se basa, sin embargo si la Academia se dignó por lo menos en nominarla habla mucho en su favor con respecto a la adaptación. Actuaciones mas que correctas en todos los personajes, muy bien dirigida y con un guión sencillo y muy ameno entre el drama y la comedia. Fotografía preciosa y luminosa y un soundtrack memorable y mítico. Aconsejo por favor la vean en el idioma original. Recomendada ampliamente.
 
Hablan Richard Dreyfuss y Rob Reiner, el narrador y el director de la peli, por ese orden, de su amistad desde siempre. Por lo visto, gran parte de las anécdotas de CUENTA CONMIGO así como el trasunto de las conversaciones son también auténticos, y se dieron en el ámbito de la pandilla de la que ambos, Reiner y Dreyfuss, fueron miembros. Al parecer, además, el episodio de las sanguijuelas le sucedió de verdad a Stephen King, el original padre de la criatura, y de la veracidad de esas maravillosas e insustanciales charlas adolescentes todos podemos dar testimonio.
Escribía San Agustín que la amistad es la más dulce de todas las dulzuras. Y a lo mejor porque los amigos son esa familia que cada uno se elige para sí mismo o porque sólo con los viejos amigos se puede ser quien verdaderamente se es, lo dirigido por Rob Reiner y lo narrado por Richard Dreyfuss en CUENTA CONMIGO, adaptando lo que confeccionaba Stephen King en su novela corta The Body, refleja tan bien el espíritu de la verdadera amistad, esa que no crece porque muere en la infancia.
Que si hay algo de lo que yo me siento especialmente orgulloso, después de tres décadas, es de mis amigos, la familia de la que quise rodearme y quienes, gracias a Dios, todavía no han salido de mi vida, en la forma de la que salen los camareros en los restaurantes. Y aunque ya no tenemos edad para saltar por los tejados o colarnos clandestinos en colegios ajenos para jugar al fútbol, ni nos sobra agilidad para, agachados, jugar a las chapas o a la lima o en la piscina al Marco Polo, intento que no se extinga la llama que encendíamos en aquel tiempo, cuando nos quedaban todos los veranos del mundo por disfrutar. Porque estoy seguro de que no volvería a encontrar amigos como los que tengo desde que tenía doce años.
 obra maestra, cine de culto y oda a la amistad. la infancia y la madurez, como los amigos pasan a ser hermanos de sangre, a desconocidos en un pasillo del instituto, muchos vivimos eso, por eso la película llega a tanta gente. Aparte la banda sonora es una maravilla, así cómo la rivalidad con los mayores, los problemas de cada uno y cómo se van los últimos días gloriosos del verano.

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