lunes, 23 de julio de 2012

encadenados

año 1946. usa. director: alfred hitchcock. 101 minutos. suspense. reparto: carey grant, ingrid bergman, claude rains, moroni olsen.
sinopsis: Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el padre de Alicia Huberman, un espía nazi, es condenado por traición contra los Estados Unidos. Después del juicio, Alicia da una fiesta en la que aparece un apuesto desconocido llamado Devlin. Se trata de un agente de los servicios de Inteligencia que reclama su colaboración para atrapar a Alexander Sebastian, el cerebro de los nazis en Brasil. Al principio se muestra reacia, pero finalmente accede, sobre todo, porque se ha enamorado del atractivo agente americano. Una vez en Brasil, Alicia se gana la simpatía de Sebastian y se va a vivir a su casa. Pero su implicación en el asunto acaba poniendo en peligro su vida.

 Noveno film de la etapa americana de Hitchcock. Escrito por el acreditado Ben Hecht, se rueda en exteriores de Beverly Hills, LA, Miami y Río de Janeiro y en plató, con un presupuesto estimado de 2 M dólares. Es nominado a 2 Oscar (guión y actor reparto). Producido por Hitchcock, se estrena el 6-IX-1946 (EEUU).

La acción tiene lugar en Miami (Florida) y Río de Janeiro (Brasil), a lo largo de unos pocos meses, a partir de abril de 1946. T.R. Devlin (Cary Grant) es un agente secreto americano que contacta con Alicia Hubermann (Ingrid Bergman), hija de un colaborador nazi condenado a prisión, con el propósito de reclutarla para que espie a Alexander Sebastian (Claude Rains), jefe de un tenebroso grupo nazi.

El film es un thriller de espionaje, un drama romántico, un drama psicológico y una intriga criminal. Se rueda tras la IIGM y antes de la eclosión de la Guerra Fría, por lo que los criminales son nazis establecidos en América. Los personajes están bien construidos y tienen profundidad, las incidencias del relato están narradas con fluidez, eficacia y sutilidad, los diálogos son memorables y la atmósfera es densa e inquietante. Como es habitual en él, Hitchcock apura las situaciones de peligro, crea tensión con efectividad y elegancia y sus personajes son de moral ambigua: suman inocencia y culpabilidad, sinceridad y engaño, generosidad y codicia, amor y venganza. Se presta especial atención a detalles visuales, que dicen más cosas de lo que parece a primera vista. Las llaves y la taza de café devienen símbolos de suspense, la botella que el camarero sirve por error y retira exalta el misterio, la presencia de Alex entre una fotografía de sobremesa y el reflejo de su imagen en un espejo habla de su condición de persona vulnerable y dominada, el alka-seltzer explica sin palabras el estado de Alicia tras una noche de alcohol. El uso de la cámara subjetiva (conversación en el dormitorio) subraya el apasionado enamoramiento de ella. El vestuario, diseñado por Edith Head, también hace las veces de vehículo de expresión visual: revela el interés del realizador por la elegancia, la belleza y la pulsación del deseo. Entre muchas, son destacables dos escenas: el beso mientras andan y hablan (el más largo en cine hasta entonces) y el movimiento de grúa desde el plano general superior de una sala de invitados hasta el primer plano de una mano con una llave. Woddy Allen en "Scoop" rinde homenaje de simpatía a la escena de la la bodega del sótano.

La música, de Roy Webb ("Retorno al pasado"), hilvana pasajes cálidos y románticos con otros fríos y ásperos, en el seno de una partitura efectiva y vibrante. Añade valses vieneses y una samba brasileña como motivos de baile. La fotografía, de Ted Tetzlaff, hace uso de tomas largas, encuadres de detalle, planos picados y primeros planos de excelente factura y de gran fuerza expresiva. Interpretaciones impecables de Grant, Bergman y C. Rains. Magnífica secuencia final, en la que intervienen 7 personajes.
 Hitchcock eleva a una cima el arte narrativo del detalle. No el detalle de tipo ornamental, como filigrana con que se remata la estética de una composición completa para redondear su elegancia, sino el detalle manejado estratégicamente para potenciar con economía la eficacia del relato, como en los sueños, donde un detalle puede condensar una descomunal carga de significado, lo que da ese valor expresivo de intensidad casi alucinatoria, como bien sabían los surrealistas.

En su recomendable libro sobre Hitchcock, Truffaut entroniza a esta película como una de sus favoritas, junto con “Vértigo”, por su lograda atmósfera de ‘sueño filmado’, por llevar a la quintaesencia el aprovechamiento dramático del B&N y por conseguir, en su increíble estilización y sencillez, el máximo de efectos con el mínimo de elementos, con el mínimo de violencia.

Asuntos de envergadura gigantesca, como una célula nazi oculta en Sudamérica cuyos planes amenazan la paz mundial, o como la tragedia íntima de una espía infiltrada en esa célula y obligada a durísimos sacrificios por exigencias de su misión, no se cuentan mediante grandes escenificaciones, campos de batalla, ejércitos en acción destructiva, tiroteos, persecuciones, trepidación, sino con la desaparición de una llave de su llavero, el baile de números de una etiqueta, la mengua de la bebida en unas copas, la mirada sobre una taza, los pasos vacilantes en una escalera…

Detalles en la narración y detalles presentados visualmente en primeros planos poderosos que dicen en un instante lo que otros directores no logran decir en la totalidad de su filmografía: el modo varonil con que la madre del nazi Sebastian enciende un cigarrillo ante determinada revelación, o el plano que se cierne en picado como ojo de halcón desde lo alto de una escalera palaciega hasta el interior de la mano de alguien en el vestíbulo, son ya media película, pero de estos detalles impresionantes hay a docenas.

Si lo combinamos con el hábil uso de otro recurso, el ‘suspense’, que involucra de lleno al espectador porque sabe cosas que los personajes no saben, y está en vilo, preguntándose qué harán él o ella en la pantalla cuando lo descubran, cómo reaccionarán, el resultado no puede ser sino magistral y apasionante.

Alice (Ingrid Bergman) es una mujer cuyo padre ha sido encarcelado por ser un espía nazi al final de la 2ª Guerra Mundial, el mismo día del juicio durante una fiesta en su casa conoce a un hombre llamado Devlin (Cary Grant) del que poco después sabrá que es un agente del gobierno que ha ido a buscarla para proponerle que trabaje para ellos en Río de Janeiro. La misión consistirá en seducir a Alex Sebastian (Claude Rains), un antiguo amigo de su padre, y tratar de sacar la máxima información de él y sus colegas alemanes.

Los protagonistas están interpretados por excelentes y míticos actores clásicos. Existe una química especial entre Ingrid Bergman y Cary Grant, su romance comienza muy rápido, con apenas dos escenas, ya que lo importante no es cómo se enamoran sino todo lo que ocurre después.
Están maravillosos en esas secuencias en las que al estar en público no pueden hablar claramente pero sus miradas lo dicen todo.

La sencillez y sutileza de esta película se mezcla con una maestría en el manejo de la cámara y la acción en todo momento, con esa escena memorable en la fiesta en la que vemos un plano general que se va acercando hasta llegar a un primer plano de la mano cerrada de ella en la que sólo nosotros y ella sabemos que se encuentra la llave.

Y cómo no hablar de la madre de Alex Sebastián, ese personaje tan hitchcockiano que a veces recuerda a la inquietante Mrs. Danvers de Rebeca. Otra madre dominante y celosa en un film de Hitchcock, es un tipo de personaje que también podemos ver en Los Pájaros por ejemplo. Pero en la cima de las películas que desarrollan esta idea está, por supuesto, Psicosis.

En el libro “El Cine Según Hitchcock” en el que el director conversa acerca de todas sus películas con François Truffaut, Alfred Hitchcock cuenta lo siguiente:

<<Ben Hecht (el guionista) y yo desarrollamos la historia y entonces introduje el “Mac Guffin-uranio”, bajo la forma de una especie de arena en botellas de vino. El uranio que debía servir para fabricar una bomba atómica, esto ocurría en 1944, un año antes de Hiroshima. De todo ello yo no tenía más que una leve idea. Esta historia de la bomba atómica les pareció a los productores demasiado absurda para servir de base a una historia. Le dije: “no es la base de la historia es el McGuffin y entonces le expliqué la poca importancia que convenía darle.>>

Estas palabras del director expresan lo que para él representaba el Mc Guffin y porqué en esta película la trama de los nazis alemanes y el uranio no está apenas desarrollada.
El Mac Guffin fue un término inventado por Hitchcock y es algo que sólo un genio podría hacer, reinventó la manera de hacer cine ya que lo que para los demás era lo más importante de la película para él era una mera anécdota que ni siquiera merecía la pena desarrollar.

Encadenados es una de esas películas que apetece ver un fin de semana por la noche para desintoxicarse del panorama cinematográfico actual y recibir una lección magistral de cine.
 Encadenados es una película excelente, una auténtica obra maestra, para mí una de las mejores películas de Hitchcock. En Encadenados encontramos a una pareja protagonista inigualable, con una química especial que se nota durante toda la película. Cary Grant e Ingrid Bergman están geniales. El personaje de Cary Grant es muy curioso porque no es cómico como otros del actor, sino que nos regala un personaje contenido, pasivo y amargado por la imposibilidad de poder estar con su amada. Completa el fenomenal triángulo amoroso un soberbio Claude Rains, dominado en cierta forma por su madre. Volvemos a ver en una película de Hitchcock ese tipo de madre autoritaria y posesiva, propias de las películas del maestro como se puede ver en Psicosis o Los pájaros.

A Hitchcock lo que de verdad le interesa es la historia de amor ya que la trama de espías es un puro macguffin, un truco para poner en funcionamente la verdadera trama, un pretexto para desarrollar la historia de amor de los protagonistas. Hay que destacar también los besos en esta película, son prodigiosos pero es que Hitchcock era un maestro en rodar las escenas de los besos. Los objetos también son de gran importancia como la llave, las botellas o las tazas. Hitchcock imprime una gran tensión a la historia y engancha al espectador desde el principio hasta el final, como siempre hacía. Él tenía muy en cuenta al espectador y sabía embaucarlo perfectamente en sus historias.

La música, la fotografía, el guión, todo está muy cuidado en una de las películas más románticas de Hitchcock. Ingrid Bergman es el centro de la película, todo gira en torno a ella. Los diálogos son también portentosos. En definitiva, una de las grandes películas del maestro con escenas y situaciones inolvidables, y con un final sencillamente magistral y repleto de tensión.
 Una fantástica fotografía y una dirección milagrosa, son el escenario en el que se cuenta esta maravillosa historia de intriga, amor, seducción y celos. Sin duda una de las mejores películas de espionaje jamás hechas. Con un gusto casi fetichista por los detalles (nunca una llave y una taza dieron tanto juego...), Hitchcock nos lleva a una trama contada como sólo él podría, llena de momentos de auténtica tensión en los que la cámara quita el aliento.

Sin embargo, si por algo esta película merece la pena es por ver las dos grandes actuaciones que en ella se encierran. Hepburn y Grant están soberbios, desde los golpes bajos de Cary hasta las lágrimas de Ingrid (por cierto preciosa); además de un muy notable papel secundario de Rains. Puede que tenga algunos de los típicos defectos de las historias del cine clásico (como la inocencia y cierta linealidad y sencillez a la que el espectador actual no esta acostumbrado), pero su narrativa atrayente y vertiginosa los suple.

Semejante dirección y tal elenco de actuaciones no pueden merecer peor nota. Una pareja perfecta y un cocktail impactante que deja un sabor de boca que sólo el gran cine clásico consigue. Una obra maestra.
 Cada vez que descubro una nueva película de Alfred Hitchcok me llevo una grata sorpresa. Y "Encadenados" no ha sido la excepción: me parece una película excelente, que permite pasar un buen rato, disfrutando de una trama amena que se desarrolla con agilidad, una magnífica fotografía y puesta en escena y una buen trabajo de interpretación no solo de los protagonistas sino también de otros actores secundarios (el papel de Claude Raims - Alexander Sebastian - es excelente y debe resaltarse). Estos, junto con la enorme e inigualable capacidad de Hitchcock para manterer el suspense, son los puntos fuertes de la película.

He leído algunas críticas de otro foreros que quiero responder. Primero, se ha dicho que la historia es simplona. No estoy de acuerdo, la pelicula entrelaza dos historias (una de espionaje y otra de amor) y lo hace con habilidad, sin forzar las situaciones. Por otro lado, la película desarrolla otras historias menores de gran interés por sí mismas (la relación de Alexander Sebatian con su madre, el comportamiento dentro del grupo de nazis, etc) que da a la película de angulos distintos.

Segundo, se ha criticado la película por superficial; estoy de acuerdo en que esta película no aborda ninguna cuestión de reflexión profunda (deducir ciertas reflexiones sobre la relación entre Devlin y Alcia me parece excesivo) pero es que la película ni lo pretende ni lo necesite: Estamos ante lo que es: una película de entretenimiento, de intriga y suspense y, como tal, es una magnífico ejemplo del género.
 Uno de los mayores éxitos comerciales del año para la RKO en su añada más rentable, Encadenados comienza con unos títulos de crédito que hoy en día pueden resultar desfasados para los más jóvenes (más si se compara con la reciente Código Fuente por lo de los edificios que comparten ambas), no así la historia pasional que desvela, interpretada además de por la actriz sueca, por un Cary Grant excelso-nótese la rigidez de su expresión corporal- y por un Claude Rains que encarna un ¿villano? prototípico de Hitchcock: vulnerable y elegante, es engañado y en la conclusión del filme sentimos verdadera preocupación y/o lástima por él en ese descenso a los infiernos representado metafóricamente cuando acompaña a la pareja de enamorados bajo la escrutadora mirada de sus compañeros nazis por la escalera.Una vez más los "malos" hitchckonianos se esconden bajo una apariencia normal (el Doctor Anderson es un hombre incluso solícito) como en Los 39 Escalones o Con La Muerte En Los Talones.

Encadenados desarrolla de manera definitiva muchos de los componentes del cine de Hitchcock: la lucha entre el amor y el deber planteada en La Muchacha de Londres y/o en Sabotaje cobra mayor profundidad y se expone en un Devlin reprimido y amargado, el punto de vista subjetivo apuntado en Los 39 Escalones y trabajado en Recuerda se perfecciona aquí y el empleo de los recursos del medio alcanza un punto álgido despuntando en este ámbito el extraordinario trabajo con la cámara en este filme que se revaloriza con cada revisión que se hace del mismo. 
encadenados es una película de amor, disfrazada dentro de una película de espionaje, no me interesa ni una cosa ni otra, pero si la rueda alfred hitchcock la cosa cambia, sólo el maestro del suspense, podría crear tanta ambiguedad en sus personajes, y una atmosfera capaz de parar la respiración y cómo siempre sigue siendo el mago de los finales, final de libro.

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