.Hubo un tiempo en que Drew MacLane era el agente estrella de una
organización clandestina de asesinos sancionados por el gobierno, hasta
el día en que fue plenamente consciente de que lo que él hacía no
difería en absoluto de los actos de los terroristas fanáticos a los que
con tanta justificación daba caza. Para expiar sus pecados, se une a una
dura orden monástica de severa reclusión donde intenta con todas sus
fuerzas olvidar el pasado.
Seis años más tarde, en un intento por eliminar a Drew, alguien mata a
un monje de su orden. Pero por pura suerte, y con la ayuda de sus
destrezas, no tan oxidadas, Drew logra escapar. Ahora, acorralado en la
incertidumbre insostenible de asesinar o ser asesinado, la conciencia
moral y los instintos de supervivencia de Drew luchan una furiosa
batalla, incluso durante la búsqueda desesperada de su asesino.
Sin saber a quién pedir ayuda, e incapaz de distinguir entre amigos y
enemigos, Drew se siente desconcertado al regresar a una sociedad de la
que él mismo decidió aislarse, hace renacer una antigua aventura amorosa
y se encuentra con una secreta pero formidable fraternidad de monjes,
decididos a proteger a la Iglesia a cualquier precio.
como siempre interesante todas las novelas de david morrel, recordaros
que es el autor de rambo. Mucha acción, aunque su desarrollo es algo
lento, y hasta la página 200 no pasa gran cosa, el secreto de porque el
protagonista es perseguido es desvelado al final casi. Por una sociedad
secreta que vela por los intereses ocultos de la iglesia, y que nuestro
protagonista sabe el secreto pero sin saberlo. Suena a lo de siempre,
pero Morrell escribe bien, aunque está no sea su mejor novela.
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