Impresionante novela, la única pega que le pongo es que es muy corta, uno desea saber más sobre la vida de chico grande. No se si existió, seguramente figueroa viajó a colombia, y viendo la vida de los gamines, se inventó este personaje.
Los gamines, son los niños de la calle de colombia, que rebuscan entre los cubos de basura comida, roban todo lo que pueden para sobrevivir y se meten basuco, o ponen la nariz en un tubo de escape, para quedarse alelados y no sentir hambre, o se esconden en las alcantarillas, para que no los violen o los maten, así de duro, así de cruel.
la historia nos cuenta la vida en primera persona de un niño que nisiquiera tiene nombre, cuya madre es prostituta y le importa bien poco, que el niño desaparezca. Se pone de nombre jesús chico grande y vive en la calle, dónde se hace amigo de otros gamines, que serán hasta el final de sus días su verdadera familia, el estudioso ramiro y el práctico y justo abigail anaya.
La primera parte de la novela, es la más interesante, dónde nos cuenta de forma desenfadada y con una dureza impresionante como sobrevivir en las calles de bogotá, como anecdota, dice, para que veais la crudeza sin igual: que un perro hace sus necesidades contra un árbol, y la gente no dice nada, un gamín hace sus necesidades contra un árbol, y le pegan. así era su día a día.
Entre los 3 chicos hacen fuerza y sobreviven, que no es poco, al ver morir a tanto gamín a su lado. la segunda parte de la novela, abigail desaparece de sus vidas, y en esto que ramiro y chico grande intentan buscar un empelo digno, pero se les cierran todas las puertas. Es así cómo chico grande decide hacerse sicario, y mata a 24 personas, traficantes, mafiosos, todo aquel que le encargan, así es el mundo del hampa en colombia, el relato está cifrado en el año 1986.
la tercera parte, después que el trabajo de sicario, lleve a chico grande incluso a meterse en asuntos de droga, y estuviera por perú, en las cárceles peruanas, rodeados de activistas de sendero luminoso, hasta que el ingenio de ramiro, consigue sacarlo de allí.
La vida de ambos, da un vuelco cuando aparece de nuevo en ella, abigail anaya, hombre que consiguió hacer una inmensa pero dudosa fortuna, que los ayuda, y ayuda a montar una escuela de gamines.
No quiero destriparos toda la novela, pero después chico grande, esta en usa, asuntos de droga, y también resulta muy entretenido, se enamora, se fustra.... toda una vida.
Esta contada en primera persona, chico grande le cuenta su vida a un periodista que quiere escribir una novela sobre el, nos imaginamos que ese periodista es vazquez figueroa. La vida de chico grande, podría ser la de cualquier gamín colombiano, sobre todo en la primera parte del libro, después ya sería demasiado complejo pero no por ello no veraz.
Cómo siempre, figueroa, esta vez, si que puedo decir, el mejor vazquez figueroa desde manaos, nos cautiva absolutamente con una novela, que nos hará pensar detenidamente, siempre pasamos de largo sin pensar apenas cuando vemos un vagabundo en la calle, y nisiquiera pensamos que detrás del echo de pedir en la calle, se encuentra una vida. Más si es un niño..... como dice en el prólogo, las calles de bogotá de hoy, pueden ser las calles de tu ciudad mañana. Todos somos culpables del problema y no podemos obviar este problema que nos atañe a todos.
figueroa confieso, que salvo sus novelas marítimas, me apasiona el resto de su producción. tema que le escandaliza tema que toca, y aveces incluso se adelanta a los acontecimientos, como cuando escribió sobre gadafi.
y lo más asombroso, su intuición, porque siempre toca temas, que no pasan jamás de moda, pasen los años que pasen, toco la globalización, los niños soldado, el coltán, pederastas, los niños de la calle.... temas que siguen candentes y sin atisbo de solución a día de hoy.
A su intuición, se le une su inmensa amenidad, en el 90% de lo que escribe. Es un mago de la lectura fácil sin ambagajes, directo siempre al grano, y un maestro de los dialógos. Lo bueno de figueroa, es que aparte de abarcar infinitos temas, también es capaz de abarcar a un amplio sector dispar en gustos de lectores.
Por ello, recomiendo vivazmente sicario. Una novela que me conmociono, que también tiene su parte tierna, su crudeza sin maquillajes y llamarle a las cosas por su nombre, nos cuenta una vida, y que vida más interesante! a la par que cruda. toca temas candentes: la pobreza, la sociedad corrompida, la droga, los narcos, el beneplácito de los gobiernos..., no deja títere con cabeza este figueroa..... pero a la vez, la historia no pierde ni un ápice de ternura y de realidad. Acabas por sentir, que chico grande, te está diciendo a ti, sus confesiones más intimas.
Impresionante novela, y raras veces digo esto, que conste, pero alberto vazquez figueroa, para mí, se coronó como uno de los mejores, con la imprescindible sicario.
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