martes, 3 de diciembre de 2013

fotografía infrarroja

La fotografía infrarroja requiere de una fuente de radiación infrarroja. Todo cuerpo caliente emite radiación en la gama del infrarrojo.
El equipo fotográfico que se necesita, puede ser una cámara reflex convencional, acompañada de filtros y película sensible a esta longitud de onda.

Los filtros infrarrojos tienen como misión excluir la radiación ultravioleta y la totalidad o gran parte del espectro visible, dejando pasar a través del objetivo de la cámara solamente el espectro infrarrojo. Sin un filtro de infrarrojo, la película absorbería todo el espectro dejando el negativo inservible.
En el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de filtros  infrarrojo , según las necesidades. Básicamente, difieren, en la cantidad de espectro infrarrojo que dejan pasar. A mayor cantidad de espectro infrarrojo, el efecto en la película se acentuará. De las marcas más populares que comercializan estos filtros, se destacan Hoya, Tiffen y Kodak.
A diferencia de las películas convencionales que hay en cualquier establecimiento, las infrarrojas están sensibilizadas para trabajar en las longitudes de onda comprendidas entre los 700 y los 1.200 nanómetros. Estas películas están tratadas especialmente para que reaccionen químicamente en estas ondas. Entre las películas infrarrojas más conocidas hay que destacar las películas kodak infrared, tales como HIE (película en blanco y negro) ó la EIR (película diapositiva en color). También existe en el mercado una gama de películas que simulan el efecto, con ayuda de filtros, como la película Ilford sfx 200 en blanco y negro. Entre ellas, hay algunas que dan como resultado un falso color, y otras unos extraños tonos en blanco y negro



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