domingo, 27 de diciembre de 2015

la ronda de noche

2007 Inglaterra 2007 134 minutos. drama. director: peter greenway. guión: peter greenway. música: Wlodzimierz Pawlik fotografía: Reinier van Brummelen productora: Coproducción GB-Polonia-Canadá-Holanda reparto: martin freeman, emily holmes, evan borthlide, jhodi mai, toby jones, natalie press, michael teigen.
Sinopsis: Retrata un periodo trágico de la vida del pintor Rembrandt van Rijn, cuando el artista pierde a su mujer y a sus tres hijos. En esa época, hacia 1642, es cuando -por encargo- pinta uno de sus cuadros más conocidos, 'The Night Watch' (La ronda de noche), el lienzo que refleja la conspiración de un vil asesinato.
 Greenaway no estudió nunca cine, sino dibujo y pintura, y eso se nota en casi todos sus films, desde los primeros cortometrajes hasta su última película estrenada hace poco, “Nigthwatching“, o “La Ronda de Noche“, título dado en nuestras salas. Su principal objetivo ha sido siempre la creación de la imagen, y eso significa que sus puestas en escena utilizan más la estética de la pintura que la del cine propiamente dicho.
La película de Greenaway se asienta sobre dos pilares de guión básicos: por un lado, los supuestos secretos e intrigas (conspiración de asesinato incluida) en torno a la ejecución del cuadro de Rembrandt; por otro, las experiencias amorosas y sexuales del pintor con las tres mujeres que influyeron en su vida: su esposa Saskia (que le proporcionaba estabilidad familiar), y sus criadas Geertje (su amante) y Hendrickje (quien le cuidó en el final de sus días). Rembrandt pasó de ser una figura admirada y cotizada a la más absoluta miseria en sus últimos años, fruto de la disminución de encargos reales y de los ataques constantes a su persona. Y es que Rembrandt refiere, en más de una ocasión, a través de sus cuadros, una sociedad ultraconservadora pero, a la vez, tremendamente hipócrita, que esconde una extremada codicia por el dinero y unas costumbres (tras su impoluta fachada) más que licenciosas, que incluyen la homosexualidad, la prostitución y la corrupción de menores. La animada vida amorosa del pintor, junto a su carácter impertinente y arrogante, molestaban seriamente a los altos estamentos de la época, dominados por los rigores oficiales del calvinismo, que vieron su ocasión de venganza tras la realización de este lienzo, en el que las sugerencias eróticas, las rivalidades económicas y las intrigas criminales se muestran en clave tras el telón de fondo del retrato de la milicia de arbuceros de Amsterdam.

Destaca la interpretación de Martin Freeman en el papel de Rembrandt, que logra transmitir esa riqueza de matices del personaje, ese ser contradictorio y complejo, un tanto inestable (capaz de pasar en segundos de la más absoluta melancolía a la ira incontenida), bebedor, lujurioso y sin complejos, a pesar de retratarse como un hombre menudo, bastante maltrecho y no demasiado cuidadoso en cuanto a su higiene. En conjunto, una película vanguardista, que rompe con las estructuras habituales en cuanto al modo de contar las cosas, y que aporta, también, otro punto de vista sobre el arte, la pintura y, como no, la historia, de la mano de un director ciertamente polémico y muchas veces incomprendido, pero del que no se puede dudar (guste o no), que posee un gran talento como cineasta, a pesar de que el esfuerzo intelectual que exija ver alguna de sus películas no siempre pueda resultar demasiado cómodo.
https://www.youtube.com/watch?v=JN2eLySBIMc
trailer

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