Mayores con Reparos

1966 España 92 minutos. comedia. director: Fernando Fernán Gómez. Guión: Fernando Fernán Gómez (Obra: Juan José Alonso Millán) música: Pedro Iturralde. Fotografía: José F. Aguayo, Mario Pacheco Productora: Ada Films / As Films Producción reparto: analia gadé, fernando fernán gómez, tito mora, manuel alexandre, antonio cintado, juan lizárraga, mercedes aguirere, josé montijano, ángel cabezas, cayetano torregrosa, enrique soto.
Sinopsis: Fernando, abogado y conquistador profesional, conoce en el cabaret El Sultán a Pepita, una joven que trabaja allí. Al principio intenta seducirla, pero pronto se dará cuenta de que se trata de una chica inocente

 Fernando Fernán Gómez declaró en una ocasión que esta película no le gustaba. Fue crítico consigo mismo y eso dijo pero la película no le quedó tan mal. El film se abre con una canción cuya letra introduce al espectador en el ambiente dulce y alegre de un cabaret como el que sirve de base a la trama que es parca en incidencias porque todo se reduce a una sucesión de diálogos entre la pareja protagonista amenizados por los momentos musicales a cargo de Tito Mora que se luce con su excelente voz. Hay poco movimiento narrativo y la película cae en una cierta monotonía a ratos dado que no se consigue más que en contados momentos que un espectáculo teatral como el que sirve de base a esta realización tome forma cinematográfica en una pantalla. Sin embargo las virtudes más reconocibles en Fernán Gómez están presentes en la película porque además sabe en todo momento aprovechar bien la encantadora finura de Analía Gadé aparte de lucirse él mismo también. La película tiene unas obvias limitaciones pero la enorme personalidad desplegada por esta pareja de actores hace que la cinta aunque no se consuma con demasiado entusiasmo tampoco deje indiferente del todo. Además está un Manuel Alexandre brillante como siempre y la agradable ambientación para salvar el proyecto. Aunque no sea una gran película puede ser vista sin ningún problema e incluso en su conjunto alberga un cierto encanto agradablemente anacrónico.