domingo, 25 de septiembre de 2016

el paciente de Gómez Jurado

Sinopsis: El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible encrucijada: si su próximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su pequeña hija Julia morirá a manos de un psicópata.
Para el Dr. Evans se inicia una desesperada cuenta atrás cuando descubre que el paciente que debe morir para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos.
Con su habitual maestría en la literatura de intriga, Juan Gómez-Jurado atrapa irremediablemente al lector. Una novela apasionante, emotiva
e inquietante, que se desarrolla en 63 frenéticas horas, que no da respiro en su lectura y que plantea un dilema moral imposible que puede cambiar el curso de la historia.

Opinión Personal: Lo primero que se me paso la cabeza al leer la última página de esta novela es que me había entretenido a ratos ( sobre todo las primeras 200 páginas) pero que no me dejó huella ninguna, tan poco huella que tampoco recomendaría encarecidamente su lectura, salvo que te apetezca algo veraniego, un Thriller de lectura rápida.
Gómez Jurado tiene una forma de escribir muy cinematografica y sabe como atrapar al lector, para mi gusto su mejor novela es Espia de Dios. Tiene una forma sencilla de narrar y sobre todo su punto fuerte es que tiene un ritmo narrativo altísimo, que ya quisieran muchos para sí.
La historia en si parece la de cualquier guión de mediopelo del cine Yankee más comercial. Raptan a la hija del dóctor Evans y le ponen en el compromiso de operar al presidente de Estados Unidos, no puede salir vivo del quirófano, su no cumple con su parte, matan a su hija.
El típico dilema moral de que hacer, el amor de su hija contra el juramento que hizo al ejercer su profesión, algo muy Hollywoodiense.... si aún encima metemos en la ensalada al presidente de Estados Unidos, ya ni te cuento, tema trillado donde los haya pero que en la gran pantalla siempre funciona, de echo creo que se va a hacer una peli sobre esto, ya me imagino a Denzel Washington encarnando al doc Evans.
Pese a lo trillado del argumento las 200 primeras páginas son de alto voltaje. El ritmo altísimo que tiene Gómez- Jurado, a la altura de los maestros del Thriller.... queremos saber más y más. El comete el acierto de que el lector se ponga de lado del Dóctor Evans. El dóctor Evans y el lector son la misma persona, ambos no saben lo que sucede. Evans se deja llevar mientras va recibiendo mensajes de los raptores de su hija.
Acepta el juego resignado y se propone asesinar al presidente de los Estados Unidos que padece un cáncer en estado muy avanzado. El problema viene cuando a Gómez Jurado se le da por darle profundidad a sus personajes a mitad del relato.
Va combinando el thriller, la acción con pinceladas de los personajes y sus historias del pasado que lo único que hacen es ralentizar el relato. Se agradece que Gómez Jurado trate de dotar de personalidad a sus personajes, pero no es Trevanian ni tampoco Montalbán.
El problema es que sus personajes están construidos a golpe de cliché y mata un poco a la novela. Hay tres personajes principales... yo diría que cuatro. El dóctor Evans, neurocirujano y típico héroe americano que siempre está de mal humor y bebe café y que siempre tiene una frase ingeniosa para chafarte la mañana, un dóctor House en potencia, tan insoportable como genial. Es también el héroe americano porque se hizo a si mismo, salió de un hogar de acojida y acabo siendo uno de los mejores neurocirujanos del mundo... un personaje sin ninguna personalidad pero al menos es algo llevadero, pues en el recae todo el peso de la acción y estás deseando leer las partes del dóctor Evans.
Rachel es la mujer del dóctor Evans, murió tras una enfermedad fulminante sin que el dóctor Evans se enterase, culpándose de su torpeza de por vida. Ella está muerta pero como si se tratara de Rebeca ( quién no recuerda la bellísima película de Hitchcock basado en un relato de Daphne du Maurier y protagonizada por el atormentado Lawrence Olivier y el ángel puro de Joan Fontaine) todos los personajes la acaban citando y tiene su peso en la novela. El problema es que el autor la pinta como la mujer perfecta y un amor perfecto... algo también muy del cine americano más comercial y ridiculo.
Después tenemos a Kate, la hermana de Rachel. Pertenece al FBI y es una amargada. Se dedica a investigar el caso contrareloj para echarle una mano a su cuñado. En la parte central de la novela, el dóctor Evans comparte el protagonismo con Kate y el ritmo decaé muchísimo, porque las partes de Kate son simplemente infumables. Se vuelven todavía más ridiculas cuando confiesa que está enamorada del dóctor Evans obligando al léctor a pasar las páginas en espera de algo de acción, un personaje nada acertado y de lo más ridiculo.
Como ridiculo es el personaje de White, el malo de la novela. Parece extraído de Shibumi de Trevanian, pero es una versión comercial y hollywodiense. Nos venden que tiene todo bajo su control, que no tiene escrúpulos, un ser satánico y casi perfecto, demasiado cliché.
Como hay clichés en las situaciones que nos depara la novela. Como por ejemplo cuando el dóctor Evans le compra una pistola a unos pandilleros, ahí tenemos el típico retrato de como la clase acomodada blanca ve a los negros. También tenemos situaciones que parecen extraídas de cualquier serie americana de médicos... muy cinematográfico y cero creíble.
Conclusiones rápidas de la novela. En las primeras 200 páginas, Gómez Jurado logra que el léctor sea el dóctor Evans y trate de salir de un laberinto en el que te sorprende practicamente en cada página, esta muy logrado. Pero a mitad del relato quiere dotar a sus personajes de personalidad, nos vende la aburrida historia de amor del dóctor Evans con su mujer, la todavía más soporifera historia de amor inconcluso con Kate y lo mezcla con un relato de acción que va a menos y que casi parece secundario, pierde el efecto la novela, porque la acción decaé en su ritmo y esa es la gran baza de este escritor, el ritmo narrativo y en la segunda parte de la novela, cae a plomo.
En cuanto a elementos morales en esta novela... pues como no, también son clichés americanos, es como si el autor estuviera pensando en una película yankee y la estuviera proyectando en su mente. Un hombre mata por su familia esa es la gran conclusión, algo que en España no nos cabe en la cabeza pero que en Estados Unidos está al orden del día porque cualquiera puede tener un arma.  Sin desvelaros el final, diré que lo adivine desde la mitad de libro, porque al tirar de tanto cliché, estaba claro que el presidente de los Estados Unidos no puede salir ni con una arruga en el traje del quirofano, por lo tanto una especie de happy end pero algo amargo.
Decepcionante, la verdad es que la ponen por las nubes pero no me convenció en absoluto, tan solo disfrute de la primera parte de la novela, por la mitad se me hizo muy pesada y el final me pareció precipitado y cojido con pinzas, a otra cosa.

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